Este anteproyecto de Ley (APL) se divide en tres bloques: un primer bloque que trata sobre Medios Adecuados de Solución de Conflictos (MASC), entre los que está la mediación, otro sobre la mejora de la eficiencia procesal y un último bloque que trata sobre la mejora de la transformación digital de la justicia. En el primer bloque se habla de:

Entre los asistentes a la reunión existe un descontento general por no permitir al foro de mediación contribuir directamente en la redacción de este anteproyecto de ley. Se piensa que este anteproyecto debería servir como mejora a la Ley de Mediación 12/2015 pero no es así.

Desde el COIGT se hace hincapié sobre la necesidad de que la ley incluya lo más fundamental que es hacer publicidad sobre la mediación para que se conozca, puesto que en nuestro día a día hablamos a clientes de mediación, y no sólo no la conocen, sino que dudan de ella cuando se les explica. Deben ser los jueces, abogados y la administración quienes den a conocer la mediación. Que para ejercer mediación o conciliación se necesita formación continua puesto que no es fácil y sin esa formación se puede agravar el problema más que solucionarlo, provocando que el conflicto llegue al juzgado peor de cuando llegó al conciliador. La gente debe confiar en el tercero neutral y si se permite que los conciliadores privados ejerzan sin formación no se conseguirá.

Se llega a la conclusión final de que el papel de las corporaciones colegiales como garantes del experto independiente, la concreción de los requisitos exigibles a la figura del experto independiente y el fomento de la cultura del acuerdo mediante la publicidad institucional y la divulgación coordinada por parte de la Administración y desde las corporaciones colegiales son tres aspectos muy importantes a mejorar en esta ley.